Tiempos difíciles

Ahora más que nunca, todos nos enfrentamos a grandes desafíos. La vida está llena de muchos aspectos que deben resolverse a medida que avanzamos.

Nuestras necesidades básicas deben ser satisfechas como un primer paso. Algunas de estas necesidades básicas son la alimentación, la vivienda, el amor, la salud, etc. Es fácil mencionar estos y algunos más, pero poder abordarlos todos simultáneamente de manera adecuada siempre ha sido un desafío.

Por ejemplo, para poder resolver alimentos, vivienda y salud, como punto de partida, necesitamos poder producir el nivel adecuado de ingresos. Al mismo tiempo, no se trata solo de trabajo y dinero, sino también de equilibrar nuestra vida. Sin embargo, el trabajo se ha convertido en sí mismo en un objetivo en constante cambio. Durante décadas, los empleos se han ido desplazando de la manufactura tradicional, bienes duraderos, a empleos más intelectuales y orientados al servicio. Estos cambios ahora están ocurriendo a una velocidad más alta y requieren una nueva capacitación, mantenerse al día con la nueva tecnología y, en muchas ocasiones, cambiar de trabajo que son de naturaleza completamente diferente.

Por si fuera poco, hemos añadido la capa de una pandemia y sus múltiples consecuencias. Todos somos conscientes del efecto aislante que ha causado la pandemia tanto a nivel laboral como personal. Estos cambios han requerido ajustes adicionales, como trabajar desde casa, interactuar con otros mediante el zoom, crear nuevas opciones de entretenimiento, etc.

Como también incluimos dinámicas familiares que se ven afectadas por la forma en que cada miembro de la familia se ve afectado a su vez, esto se convierte en una complejidad adicional. Los niños se han visto desafiados a asistir a horas continuas de escolarización al sentarse frente a una pantalla y no poder socializar. Hay muchas preguntas sobre los efectos a largo plazo de la brecha de habilidades educativas y de socialización que esto podría tener. Sin embargo, a corto plazo, la socialización de los niños también ha sufrido y muchos niños, así como adultos, se ven afectados por problemas de salud mental debido a esto.

Ahora nos enfrentamos a elementos adicionales como la demanda de vivienda y la inflación.

Entonces, cuando ponemos todo junto, la dificultad constante habitual para satisfacer las necesidades básicas, un entorno social y laboral en constante cambio, todo afectado aún más por los efectos de la pandemia, es simplemente brutal.

Entonces, ¿qué hacemos?

Primero, es importante mantener un cierto nivel de calma, no apresurarse y no actuar impulsivamente. Dar un paso atrás para reflexionar, diseccionar cada elemento y abordar cada área individualmente es el primer paso. En segundo lugar, llegar a nuestros socios, cónyuges, familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. puede ayudar a ventilar y obtener ideas y generar ideas. Finalmente, centrarse en un plan simple y lógico con pasos y cronogramas específicos puede ayudar.

Sin embargo, lo anterior es un enfoque lógico que es necesario y útil pero que no se ocupa de nuestro lado emocional. Cuidarnos (alimentación saludable, ejercicio, balance de vida, acercamiento) no es una opción, es una necesidad.

Finalmente, en ocasiones, el efecto combinado de todos estos elementos es abrumador y requiere un enfoque más integral. Tomarse un tiempo libre puede ayudar a evaluar la situación de manera más objetiva. Además, contactar a un profesional que pueda facilitar el proceso y el viaje de la vida puede, a la larga, proporcionar atajos importantes y una ruta clara para vivir la vida más plenamente.