Los colapsos no son aleatorios o simplemente ocurren de la nada. Por lo general, es el resultado de una acumulación de eventos o pensamientos estresantes, ansiedad u otras experiencias difíciles. A medida que se acumula esta energía negativa, aumenta la tensión. Es común tener una pérdida de control emocional y una sensación de impotencia.

El COVID-19 (Coronavirus) ha contribuido a la acumulación de estrés, ansiedad y depresión adicionales. No es sorprendente, pero esta mayor tensión interna aumenta a nivel subconsciente a medida que continuamos con nuestras actividades diarias.

Tener un colapso tiene un propósito. Ayuda a liberar la tensión acumulada, la ansiedad, el estrés acumulado. Se convierte casi en un botón de reinicio. Un colapso, por lo tanto, se convierte en un mecanismo del cuerpo para limpiarse de emociones negativas o dolorosas.

¿Cómo hacer frente mejor a tal acumulación y tener un colapso más productivo o evitarlo? Eso sí, lo ideal sería evitarlo. Llegaremos a eso más tarde. Pero la mejor manera de sobrellevar una vez que comienza una crisis es buscar una pausa inmediatamente después. Por ejemplo, salir a caminar o conducir. Luego concéntrese en sus emociones (por ejemplo, qué estoy sintiendo: ira, miedo, etc., etiquete la emoción). Además, identifica dónde lo sientes en tu cuerpo. En ese momento, simplemente respire esas emociones y sensaciones corporales y obsérvelas. Como si estuvieras viendo pasar una nube. Finalmente, después de calmarte, decide qué debes hacer ahora y, en el futuro, para resolver estas tensiones. Estos pasos deberían ayudar a disminuir la intensidad, ayudar a obtener cierta claridad de pensamientos y también proporcionar cierta sensación de control.

Para evitar crisis, es importante que te mantengas en contacto con tus pensamientos, emociones y sensaciones. Un par de veces al día, reflexiona sobre cómo va el día, qué te molesta y tráelo a la conciencia. Además, hacer ejercicio regularmente puede ayudar a disipar algunas tensiones acumuladas. Finalmente, comuníquese con otros para resolver conflictos o para obtener apoyo.

Por supuesto, contar con un profesional calificado y de confianza puede ser fundamental tanto para manejar una crisis como para prevenirla.