Vivir con un estatus migratorio no resuelto es una pesadilla para el individuo y para nuestro País. Para el individuo, esto significa vivir en las “sombras” de la sociedad, mantener un perfil bajo y temer ser notado o identificado como un “inmigrante ilegal”. Más aún, es el miedo de perder el Sueño Americano para ellos y sus familias. Mientras tanto, estar en el limbo tiene múltiples consecuencias negativas para el individuo que pueden incluir, entre otras: acceso limitado a atención médica/salud mental, explotación (salarios, trato injusto) y problemas de salud mental (desafíos de aculturación, estilo de vida estresante, etc. .).
Para nuestro país, significa no poder beneficiarse de todo el potencial, las habilidades y la contribución que las personas podrían hacer si se les diera la oportunidad adecuada de prosperar. Se traduciría en crecimiento económico y, a su vez, mayores ingresos gubernamentales que luego pueden reinvertirse. ¡Un ciclo positivo!
Entonces, realmente, el tema es cómo podemos ayudar a los inmigrantes a convertirse en una parte integral de nuestra comunidad y sociedad. Sí, existe la necesidad de que nuestro País defina e implemente la estrategia de inmigración adecuada. Sin embargo, mientras tanto, ayudar con casos de exención de inmigración, como dificultades extremas, abuso conyugal (VAWA), asilo político y visas U puede facilitar mejores posibilidades para muchos.
Aquí es donde las Evaluaciones Psicológicas de Inmigración juegan un papel importante en el apoyo al proceso de inmigración y en el trabajo conjunto con un abogado de inmigración. Como breve reflexión, contar con un abogado de inmigración se convierte en un paso muy importante para garantizar la mejor protección y proceso para el inmigrante.
Una gran razón por la que las evaluaciones psicológicas son muy recomendables para los inmigrantes es por la influencia que pueden proporcionar cuando se trata de casos de exención de inmigración. Las evaluaciones de inmigración, en esencia, ayudan a identificar el estado mental y emocional del inmigrante (y, según corresponda, el de la familia) en el contexto del caso de inmigración específico.
Esto se realiza siguiendo un proceso metódico y científico que incluye la Entrevista Clínica y la administración y puntuación de instrumentos psicológicos válidos. La información y los resultados de este proceso se integran luego en un informe que identifica claramente los riesgos graves asociados con una posible eliminación. Esto se aplica no solo al inmigrante sino también, en algunos casos difíciles, a los miembros de la familia que son ciudadanos/residentes de EE. UU. que se verían gravemente afectados por una posible expulsión.
El resultado final de este proceso no solo ayuda a establecer un caso sólido y positivo para los inmigrantes y sus familias, sino que también ayuda a identificar las áreas que deben abordarse. Específicamente, las dificultades que soportan la mayoría de los inmigrantes y sus familias a menudo contribuyen a múltiples posibles problemas de salud mental. Es muy común encontrar la presencia de depresión, ansiedad y PTSD en estos grupos. La Evaluación de Inmigración también ayuda a identificar estas enfermedades y, lo que es más importante, a recomendar tratamientos específicos.
Al final, el objetivo es ayudar a los inmigrantes y sus familias no solo a permanecer en los EE. UU. sino también a sentirse completamente integrados y parte de esta gran nación.
El camino mejor probado para resolver situaciones de inmigración es consultar con un abogado de inmigración y luego, según corresponda, aprovechar el poder y los beneficios de una Evaluación Psicológica de Inmigración profesional.