La fuente de la juventud: Salud mental con la sabiduría de los niños

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El reloj empieza a correr en cuanto nacemos. Pasamos de bebés a niños pequeños, de niños a adolescentes y, finalmente, entramos en el mundo de la edad adulta. En algún momento del camino, perdemos el contacto con las cosas que antes nos daban alegría y nos ayudaban a capear cualquier temporal.

Los niños viven sus vidas libres del estrés y las responsabilidades que recaen sobre los adultos. Su resistencia juvenil y su actitud despreocupada les permiten recuperarse de las dificultades con facilidad. Su sabiduría innata nos muestra que priorizar el tiempo de juego, la creatividad, las relaciones y vivir el presente salvaguarda la salud mental.

Si observamos atentamente el estilo de vida de los niños, podemos extraer lecciones impagables para cuidar nuestro bienestar emocional a cualquier edad. Siga leyendo para descubrir cinco consejos de salud mental que utilizan los niños y que los adultos deberían adoptar.

Los niños viven el presente

Mientras los adultos piensan en el pasado y se obsesionan con el futuro, los niños viven el presente. Su inmersión total en cada momento les permite extraer la máxima alegría de cada experiencia. Practicar mindfulness nos ayuda a recuperar esta presencia juvenil.

Estar plenamente implicado en el presente bloquea la rumiación y la ansiedad. Le permite observar detalles que normalmente pasa por alto, encontrar diversión en los momentos ordinarios y acercarse a las personas y las experiencias con nuevos ojos. Vivir en el ahora te permite enfocar tu vida acelerada, respiración a respiración.

Volver al presente

  • Fíjate en lo que hueles, ves, oyes, saboreas ahora mismo
  • Describir con detalle los objetos que le rodean
  • Centrarse por completo en las tareas actuales
  • Observa las sensaciones de tu cuerpo

Acostúmbrese a volver al presente cada vez que su mente divague. La riqueza de cada momento brillará cuando le prestes toda tu atención.

La risa es la mejor medicina

Los sonidos melódicos de la risa de los niños alegran cualquier habitación. Su capacidad para encontrar el humor y la alegría en las cosas más sencillas es inigualable. Por término medio, los niños se ríen la friolera de 300 veces al día, mientras que los adultos sólo lo hacen 17 veces.

Cuando las responsabilidades nos agobian, nos tomamos la vida demasiado en serio y olvidamos cómo soltarnos y jugar. Volver a hacer de la risa una prioridad puede repercutir profundamente en la salud mental. Estimula la circulación, alivia la ansiedad, fortalece las relaciones y llena tu cuerpo de endorfinas que te hacen sentir bien.

Añada más risas a su día

  • Ver una película divertida o un especial de humor
  • Compartir chistes e historias divertidas con los amigos
  • Busca el humor a tu alrededor
  • Tener una sesión regular de risas

Añadir más risas y carcajadas a tu día mantiene a raya las preocupaciones. Acércate a la vida con un sentido lúdico. Encuentra el chiste en las situaciones cotidianas. Ríete a carcajadas y con frecuencia para levantar el ánimo al instante.

¡Inténtalo! Escucha los siguientes audios y verás cómo sonríes sin darte cuenta… ¡la risa de los niños es contagiosa!

La imaginación enciende la creatividad

Los niños tienen una imaginación salvaje e ilimitada y ven maravillas en todo lo que les rodea. Trascienden los límites de la realidad, transportando a mundos nuevos y emocionantes donde todo es posible. A medida que envejecemos, nuestra imaginación se centra en imaginar los peores escenarios, lo que evoca miedo y ansiedad.

Reactivar la imaginación y utilizarla intencionadamente libera hormonas que calman la mente. Visualizar resultados positivos en situaciones difíciles proporciona una sensación de control. Su imaginación también le permite viajar en el tiempo y revivir sus recuerdos favoritos cada vez que desee un estímulo emocional.

Formas de ejercitar la imaginación

  • Sueñe despierto con sus vacaciones perfectas
  • Imagina cómo celebrarás tu próximo cumpleaños
  • Imagínate consiguiendo un objetivo difícil
  • Imagina una resolución positiva para cualquier preocupación

Tu imaginación tiene un poder tremendo. Utilízala para añadir belleza, alegría y posibilidades a tus días.

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Las relaciones nos anclan

Para los niños, los amigos lo son todo. Pasan horas jugando, hablando, riendo y explorando el mundo juntos. Los seres humanos anhelan la conexión. El aislamiento debilita la salud mental, mientras que las relaciones estrechas nos nutren y sostienen emocionalmente.

Mientras haces malabarismos con el trabajo, la vida familiar y otras obligaciones, no dejes que tus relaciones se queden en el camino.

Reserve tiempo para sus seres queridos como haría con cualquier otra prioridad. Comparte tu mundo interior. Pregunte por los suyos. Crear vínculos a través de la risa y la diversión. Haz saber a las personas de tu vida que son importantes.

Refuerce sus vínculos sociales

  • Programe citas o salidas regulares con amigos
  • Comparta alegrías, preocupaciones e hitos con sus seres queridos
  • Extienda calor y amabilidad a diario
  • Profundizar los vínculos a través de la vulnerabilidad

El amor de los demás nos anima cuando la vida se tambalea. Convierte a tu gente en el centro de atención, como hacen los niños.

Pedir ayuda es un superpoder

Los niños no tienen reparos en pedir ayuda a sus cuidadores. Buscan una mano para cruzar la calle, piden un empujón en el columpio y se arrastran hasta el regazo de mamá cuando se raspan una rodilla. Como adultos, consideramos que pedir ayuda es una debilidad. La verdad es que requiere un coraje y una fuerza tremendos.

No tienes por qué enfrentarte solo a los problemas. El apoyo está a tu alrededor.

Deja entrar en tu mundo a personas de confianza. Sea sincero sobre sus puntos débiles. Recibir amor, consejo, consuelo y aliento de los demás.

Mejorar tu estado de ánimo es tan sencillo como admitir que a veces necesitas ayuda.

Pruebe a pedir ayuda

  • Dile a un amigo que tienes problemas
  • Apóyate en la familia cuando la vida te agobie
  • Buscar apoyo profesional si es necesario
  • Recuerda que pedir ayuda demuestra fortaleza

Mira a los niños de tu vida. Su capacidad para levantar la mano y decir «necesito ayuda» es un modelo de bienestar emocional para todos nosotros. Tienes todo un sistema de apoyo listo para levantarte.

La energía desbordante, la risa contagiosa y el espíritu despreocupado de los niños parecen desvanecerse a medida que nos hacemos mayores. Pero su salsa secreta para la alegría, la resiliencia y una salud mental estelar también puede ser la nuestra.

Sigue su ejemplo. Da rienda suelta a tu imaginación. Dedica tiempo a jugar. Absorbe cada momento. Rodéate de gente a la que quieras. Pide apoyo cuando lo necesites.

Poner en práctica estas estrategias construye una vida anclada en la paz y la posibilidad. Recupera a tu niño interior. Cuida tu salud mental. Que vuelva a surgir la alegría y a fluir libremente la risa.

Soy el Dr. Gustavo Benejam, psicólogo licenciado que ayuda a los adultos a recuperar los secretos del bienestar mental estudiando a nuestros maestros más sabios: los niños. Conéctate conmigo para continuar la conversación.

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