Depresión en los jóvenes, señales de alarma

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La depresión juvenil es un grave problema de salud mental que afecta a los adolescentes de todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud la identifica como la principal causa de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes.

La depresión en los jóvenes

    • Se calcula que la depresión afecta al 13-20% de los adolescentes de todo el mundo. Es un importante problema de salud pública.
    • Suele aparecer entre los 11 y los 14 años, aunque puede desarrollarse antes. Los trastornos depresivos aumentan durante la adolescencia.
    • A las chicas se les diagnostica depresión el doble de veces que a los chicos. Los cambios hormonales durante la pubertad pueden ser un factor.
    • Hasta el 60% de los adolescentes con depresión mayor sufrirán episodios recurrentes más adelante.
    • Entre los factores de riesgo figuran los antecedentes familiares, los traumas, las enfermedades crónicas, los rasgos de personalidad, el acoso escolar y la pobreza.
    • Los signos de alerta incluyen tristeza persistente, irritabilidad, cambios en el sueño y el apetito, disminución del rendimiento escolar, aislamiento social e ideación suicida.
    • La depresión juvenil puede manifestarse de forma diferente a la depresión adulta.
    • Son más frecuentes la irritabilidad, la ira y los comportamientos de riesgo.
    • Dejar la depresión sin tratar está relacionado con un mayor riesgo de abuso de sustancias, conductas autolesivas, pensamientos suicidas e intentos de suicidio.
    • El uso de las redes sociales, la presión de grupo, los problemas de imagen corporal y el acoso pueden exacerbar los síntomas depresivos.
    • El estigma impide a muchos adolescentes buscar ayuda para la depresión. La educación en salud mental es importante.
    • El tratamiento suele consistir en psicoterapia como la TCC, terapia familiar y, en casos moderados-graves, medicación antidepresiva.
    • La intervención precoz conduce a mejores resultados del tratamiento. El apoyo de la familia, la escuela y los profesionales de la salud mental es fundamental.

Es importante ofrecer servicios de salud mental a los adolescentes y crear un entorno de apoyo para abordar este problema de salud mundial.

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Síntomas depresivos en los jóvenes

Los adolescentes con depresión pueden experimentar los siguientes síntomas:

Tristeza persistente y llanto frecuente
Uno de los principales indicadores es un estado constante de tristeza y bajo estado de ánimo. El joven se muestra apático, sin ganas de realizar actividades y puede llorar con frecuencia sin motivo aparente.

Irritabilidad e ira
En lugar de mostrar tristeza, algunos adolescentes deprimidos pueden volverse irritables, enfadados o rebeldes en cualquier situación. Tienen arrebatos emocionales y son muy sensibles.

Pérdida de interés por las actividades
Los adolescentes con depresión pierden interés por las aficiones, los deportes y las actividades que solían disfrutar. Prefieren aislarse en sus habitaciones y reducir su círculo social.

Cambios en los hábitos de sueño y alimentación
Son frecuentes las alteraciones significativas del sueño y del apetito. Algunos duermen o comen demasiado, mientras que otros sufren insomnio o falta de apetito.

Cansancio y fatiga persistentes
Los adolescentes deprimidos se sienten agotados durante el día, aunque duerman lo suficiente. Les falta energía para realizar tareas sencillas y se mueven o hablan más despacio.

Problemas de concentración
La depresión merma la capacidad de los adolescentes para concentrarse en clase y afecta negativamente a su rendimiento académico. El joven parece distraído y olvidadizo.

Sentimientos de inutilidad o culpabilidad
La baja autoestima es frecuente. El adolescente se infravalora, se siente un fracasado o una carga para los demás debido a sus problemas emocionales.

Pensamientos recurrentes sobre la muerte
Las ideas suicidas son señales de alarma. Los jóvenes deprimidos pueden pensar en quitarse la vida o planear un intento de suicidio. Deben tomarse muy en serio.

Causas de la depresión juvenil
Hay múltiples factores que contribuyen al desarrollo de la depresión en los jóvenes:

Factores biológicos y genéticos
Los antecedentes familiares de depresión o trastornos de ansiedad aumentan el riesgo. También desequilibrios químicos en el cerebro como la serotonina.

Personalidad y temperamento
La personalidad obsesiva, la baja autoestima, el pesimismo y la tendencia a rumiar pensamientos negativos son vulnerabilidades individuales.

Situaciones estresantes
Acontecimientos como un cambio de colegio, el divorcio de los padres, el acoso escolar o una ruptura sentimental pueden desencadenar un estado depresivo.

Enfermedades y tratamientos médicos
El consumo de drogas, la anemia, la diabetes, la epilepsia y ciertos medicamentos tienen la depresión como efecto secundario.

Malos tratos y traumas
Sufrir malos tratos, violencia, acoso o pérdidas aumenta el riesgo de depresión.

Causas de la depresión en los jóvenes

Estas son algunas de las principales causas que pueden contribuir a la depresión y la ansiedad en los jóvenes:

    • Genética: tener antecedentes familiares de problemas de salud mental aumenta el riesgo. Los genes afectan a la química cerebral relacionada con el estado de ánimo.
    • Trauma: sucesos como los malos tratos, el abandono, el acoso, la violencia o la pérdida repentina de un ser querido pueden desencadenar ansiedad y depresión.
    • Estrés – Las presiones escolares, las dificultades sociales, las discordias familiares y otros factores estresantes pueden abrumar a los jóvenes.
    • Afecciones médicas – Los problemas de tiroides, las enfermedades crónicas, los dolores de cabeza y otras afecciones pueden provocar cambios de humor.
    • Química cerebral: los desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina están relacionados con estados de ánimo depresivos y ansiosos.
    • Rasgos de personalidad – La alta sensibilidad, la timidez innata, los patrones de pensamiento negativos y la baja autoestima ponen a algunas personas en situación de riesgo.
    • Abuso de drogas/alcohol – El consumo de sustancias, especialmente en exceso, puede empeorar la salud mental y provocar inestabilidad en el estado de ánimo.
    • Uso de las redes sociales: el ciberacoso, la presión por conseguir «me gusta» o «me siguen», la exposición a imágenes poco realistas y las comparaciones alimentan la ansiedad.
    • Problemas de sueño – La falta de sueño de calidad altera la regulación del estado de ánimo y aumenta la sensibilidad al estrés.
    • Problemas de identidad: la confusión en torno a la orientación sexual, la identidad de género o el papel en la vida puede manifestarse como una confusión interior.
    • Periodos de transición – Las épocas de cambio, como la pubertad, el comienzo de un nuevo colegio o las mudanzas familiares, pueden ser desestabilizadoras.

Para superar la ansiedad y la depresión, los jóvenes pueden recibir un tratamiento adecuado, aprender habilidades de afrontamiento, crear un sistema de apoyo y abordar las causas subyacentes.

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Cómo ayudar a un joven deprimido

La familia y los profesores deben estar atentos a las señales de alarma. Algunas formas de prestar apoyo son:

    • Generar un ambiente de confianza y escucha activa, sin juzgar ni minimizar sus sentimientos.
    • No les obligue a contar sus problemas, pero hágales saber que está dispuesto a ayudarles cuando estén preparados.
    • Evita decir cosas como «anímate» o «supéralo», su depresión no es tan fácil de controlar.
    • Motívelos suavemente para que reanuden las actividades que solían disfrutar y mantengan las rutinas de sueño y dieta.
    • Consulte a un psicólogo para recibir terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicación antidepresiva.
    • Acudir al psiquiatra si hay riesgo de autolesión para valorar el tratamiento.
    • Muéstreles que hay esperanza y que con el apoyo adecuado pueden mejorar su estado de ánimo.

La detección precoz y el tratamiento de la depresión en los adolescentes son cruciales. Si les proporcionamos herramientas para gestionarlo, podrán recuperarse y evitar problemas a largo plazo.

Cómo prevenir y combatir la depresión juvenil

He aquí algunos consejos para prevenir y combatir la depresión juvenil:

    • Fomentar la comunicación abierta en la familia. Crea un entorno en el que los niños se sientan seguros para expresar sus sentimientos. Escucha sin juzgar.
    • Ayudar a los adolescentes a desarrollar su autoestima y una imagen positiva de sí mismos. Elogia sus talentos y cualidades. Anímeles a perseguir sus pasiones.
    • Enseñe estrategias de afrontamiento saludables como el ejercicio, la meditación, llevar un diario y pasatiempos creativos. Estos pueden mejorar tu estado de ánimo de forma natural.
    • Supervisa su uso de las redes sociales y sus hábitos en Internet. Establece plazos y normas razonables. Diles que no se comparen con los demás en Internet.
    • Ayudar a los jóvenes a relacionarse con sus iguales. Las actividades en grupo, los equipos deportivos y los actos sociales en persona protegen contra el aislamiento.
    • Impulsar la prevención del acoso en la escuela. Esté atento a las señales de acoso e intervenga si es necesario. Apoyar las políticas contra el acoso escolar.
    • Asegúrate de que tus hijos hacen suficiente ejercicio, duermen lo suficiente y se alimentan bien. Su carencia aumenta el riesgo de trastornos del estado de ánimo. Cíñete a las rutinas.
    • Esté atento a cambios importantes de comportamiento, como arrebatos de ira, imprudencia temeraria o alejamiento de los demás. No lo tomes como «cosas normales de adolescentes».
    • Acabar con el estigma que rodea a los problemas de salud mental.
    • Educar a los adolescentes en que nadie tiene la culpa de la depresión y que ésta puede controlarse con ayuda. Sugiérele que busque ayuda psicológica.
    • Limitar la exposición de los adolescentes a noticias/medios de comunicación sobre autolesiones y suicidio. Esto puede sembrar ideas en mentes vulnerables. Céntrate en las historias positivas.
    • Conozca las señales de alarma del suicidio: desesperanza, regalar posesiones, despedirse, buscar medios letales. Busca ayuda cuanto antes.
    • Ten paciencia y sigue demostrando tu amor. La recuperación de la depresión lleva tiempo. Ofrézcales apoyo sin presionarles.

Con el apoyo de la familia, las relaciones sociales, la ayuda profesional si es necesaria y el desarrollo de habilidades de afrontamiento, los jóvenes pueden superar y prevenir la depresión recurrente.

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La depresión ensombrece nuestros días más brillantes, pero no podemos dejar que eclipse nuestra luz. Aunque el camino sea sinuoso y empinado, debemos recorrerlo juntos, paso a paso.

Cuando la depresión trata de aislarnos, debemos acercarnos a los amigos y dejarles entrar.

Cuando las mentiras digan que estáis solos, recuerdaos mutuamente vuestra valía.

Juntos, tenemos el poder de la comunidad, la empatía y el conocimiento que tantos comparten en este viaje.

Debemos empoderar a quienes luchan en la oscuridad para que vean el amanecer que se avecina. Habrá contratiempos y tormentas, pero si nos aferramos unos a otros, los superaremos.

Si nos mantenemos unidos, la depresión nunca se apoderará de nuestros corazones ni de nuestras mentes.

El camino por recorrer sigue siendo largo, pero el horizonte se despeja con cada voz alentadora y cada acto de compasión. Amigo luchador, no pierdas la esperanza, estamos juntos en esto.

Juntos, paso a paso, encontraremos la luz.

Si su hijo o adolescente muestra signos de depresión, consiga ayuda pronto. Si no se trata, la depresión juvenil puede tener consecuencias devastadoras.

Póngase en contacto con el Dr. Benejam hoy mismo para explorar las opciones de terapia para su hijo, incluida la terapia cognitivo-conductual y la terapia familiar.

Con una atención compasiva adaptada a las necesidades de su hijo, podemos dotarle de herramientas para controlar los síntomas de la depresión y prosperar. No espere: está en juego el bienestar de su hijo.

Llama a (561) 376-9699 / (305) 981-6434 para agendar tu consulta con el Dr. Benejam. Hay esperanza y, con apoyo profesional, su hijo puede superar la depresión.